amores imposibles.autor Henry Ricardo Reyes



 

Estás tan cerca, a la vuelta de la esquina…
Bueno, realmente no tan cerca,
pero lo suficiente para que te alcance un pensamiento,
un suspiro, una lágrima talvez,
o más probable: Mi silencio.

Estás tan cerca, a diez centímetros de dejar
de extrañarte,
a segundos de volver a pensarte,
a momentos de inquietarme de nuevo.

Pero estás lejos, tanto que hasta donde estás
mis palabras no llegan,

y aunque llegaran no importaría tanto,
porque no te enamorarías de mis palabras,
ni de mi, ni yo de ti.

Somos un par de imposibles,
en el amor invisibles,
porque talvez tu me ves
pero yo para no verte cierro los ojos,

y aunque a veces hago trampa,
y parpadeo, o miro disimuladamente,
sigo sin verte.

O talvez tu tampoco me ves,
porque también cierras los ojos,
aunque a veces hagas trampa,
y parpadees y me veas disimuladamente,
sigues sin verme.

Quizas somos muy parecidos o muy distintos,
talvez cada dolor nos ha hecho más fuertes o más débiles,
talvez cada traición nos ha hecho más inteligentes o más ingénuos,
talvez cada desilución nos ha hecho más hábiles o más torpes,
talvez cada experiencia nos ha hecho más sabios o más necios.

Talvez no miramos la belleza física o talvez si,
o nuestros conceptos de belleza son distintos,
talvez miramos la belleza del alma o talvez no,
talvez sólo lo decimos o talvez lo callamos.

Y no presumo de escribir bonito o de hablar bonito,
sólo tomo las palabras que allí están,
al alcance de todos,
y las colocó así, como jugando.

Sí, lo acepto. Tengo mala memoria…
Pero no te olvido,
puedo olvidar lo que digo o lo que hago,
pero no olvido el brillo en tus ojos,
no olvido esa sonrisa que alumbra los espacios,
no olvido tu voz que armoniza a los ruidos.

Y todo este discurso sin sentido,
si motivo talvez, pero con todos los motivos
y con todo el sentido,
es para declarar que te he perdido para siempre,
porque ya elegí antes.

Espero que alguien te encuentre,
como a mi me encontraron…
Que alguien te busque, como yo busqué,
quiero que alguien te ame tan fuerte,
tan sinceramente, tan respetuosamente.

Que seas su prioridad, su número uno,
que sepa apreciarte,
ver más allá de tus hermosos ojos
o tu encantadora sonrisa.

Ver tu belleza interna que es más bella,
notar la diferencia entre mujer y mujer virtuosa,
que no trate de despertar el amor con un beso,
que lo despierte tratándote como princesa.

Estás tan cerca, a la vuelta de la esquina…
que puedes ver mis manos diciéndote adiós,
o como amiga darte la bienvenida.

Estás tan cerca, que puedes escuchar lo que digo,
y tan lejos, que puedes ignorarme,
así pasa cuando se llega tarde,
¿Imposibles? ó ¿Buenos amigos?